Autor | Lucía Burbano
Las ciudades le están plantando cara al vehículo privado con varias estrategias que buscan pacificar ciertas zonas urbanas en favor del transporte público, las bicicletas, los patinetes y los propios peatones. La propuesta más radical hasta el momento nace en Berlín, cuyos ciudadanos promueven una zona libre de vehículos motorizados con una superficie mayor que la de Manhattan.
‘Volksentscheid Berlin Autofrei’ (VBA), una iniciativa ciudadana
El punto de partida de esta iniciativa surgió en una reunión entre tres amigos celebrada en 2019. De ahí surgió el planteamiento de si sería posible prohibir el acceso de vehículos dentro del denominado anillo S-Bahn, que suma una superficie total de 88 km², mayor que muchos municipios medianos europeos.
El objetivo, además de un claro beneficio medioambiental, ya que una ciudad con menor tráfico mejora su calidad ambiental, también busca un mayor confort, sociabilización y seguridad para sus residentes. No hay que olvidar que Alemania tiene uno de los porcentajes más altos de vehículos por persona: 574 por cada 1.000 habitantes.
Sin vehículos, pero con algunas excepciones
Por todos estos motivos se constituyó *Volksentscheid *Berlin* Autofrei*(People’s Decision for Auto-Free Berlin). En colaboración con abogados que les asesoraron sin cobrar por sus servicios, el grupo preparó una propuesta de ley que consiste en las siguientes medidas (con algunos) matices.
Permisos de circulación especiales
Vehículos de emergencia como bomberos y ambulancias, los camiones de la basura, los taxis, los vehículos comerciales y de reparto y a los residentes con movilidad limitada tendrán un permiso especial de larga duración que podrá solicitarse en línea.
Vehículos compartidos
Se impulsarían programas de carsharing que podrían utilizarse hasta 12 veces al año en caso de que sea necesario.
Excepciones de carácter privado
Para una mudanza, un viaje, etc., su propuesta se basa en un código QR que se podrá imprimir en línea y colocarlo detrás del parabrisas del vehículo de alquiler sin necesidad de hacer otros trámites.
Impulsar el transporte público
Los promotores afirman que esta nueva regulación dará el impulso necesario para expandir las líneas de transporte público para una mejor conexión entre los suburbios y el área que comprende el S-Bahn.
Costes y ahorros que supone esta medida
Según Volksentscheid Berlin Autofrei, la aplicación del proyecto ley no conlleva grandes inversiones. Estiman en 5 millones de euros al año en concepto de gastos administrativos, inversión en controlar los perímetros de la zona libre de vehículos y otros costes adicionales en los presupuestos generales del estado.
Por otro lado, la medida ahorraría unos 425 millones de euros al año que calculan son los costes derivados del transporte privado (accidentes, atascos, emisiones). Sumando ambos conceptos, afirman que la ley supone un ahorro anual de unos 420 millones de euros.
¿En qué punto se encuentra esta iniciativa?
En abril de 2021 VBA empezó a recopilar firmas entre los berlineses, superando las 50.000, cuando 20.000 hubieran bastado, con el objetivo de trasladar esta petición al gobierno local que se pronunciará a favor o en contra este mes de marzo.
En caso de que el gobierno local la rechace, deberían asegurarse un total de 175.000 firmas para que la propuesta se traslade a las urnas en 2023 y sean los ciudadanos los que decidan si debe convertirse o no en ley.
Existe un precedente. En 2016, Volksentscheid Fahrrad (Bicycle Referendum), formado por berlineses, un equipo de 30 abogados y expertos en ciclismo, colaboraron en la redacción de los principales puntos de lo que hoy es el primer proyecto de ley de estrategia ciclista en el conjunto de Alemania.
Berlín busca seguir el camino que inició Groningen (Países Bajos) en la década de los 1970. El joven concejal Max van den Berg acabó con la política urbana de derribar edificios para construir autopistas que cruzaban las ciudades, para diseñar un plan basado en cuadrantes. El tráfico no local, además, solo podía circular por su circunvalación.
Este urbanismo radical provocó, según publicó The Guardian, que sus 230.000 habitantes pasen más tiempo en bicicleta que en un automóvil. También es la urbe holandesa donde se respira el aire más limpio, según la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Fotografías | Volksentscheid Berlin Autofrei/Tom Meiser, Volksentscheid Berlin Autofrei