Autor | Eduardo Bravo
El desarrollo de la tecnología digital y la popularización de dispositivos electrónicos como ordenadores y teléfonos móviles, ha facilitado que se pongan en marcha nuevos métodos de gestión de la vida pública, que han dado lugar a lo que se conoce como gobernanza electrónica.
¿Qué es la e-gobernanza?
La gobernanza electrónica hace referencia al empleo de las tecnologías de la información por parte de las instituciones públicas que facilitan la toma de decisiones de una comunidad en aspectos como:
- La administración electrónica: se centra en la mejora de los servicios públicos gracias a la recopilación de datos y gestión de la información. Esto permite conocer la realidad de los ciudadanos, establecer sus necesidades e implementar soluciones para satisfacerlas.
- Los servicios electrónicos: facilitan los trámites de los ciudadanos con la administración, permitiendo la solicitud de documentos públicos, certificados y licencias en remoto gracias a internet.
- La democracia electrónica: busca estimular la participación ciudadana en la toma de decisiones haciendo más sencillos los procesos de votación.
¿Qué beneficios tiene la gobernanza electrónica?
La gobernanza electrónica elimina las barreras de tiempo y espacio, facilita las comunicaciones entre la administración y el ciudadano, proporciona un acceso a la información más igualitario, mejora los procesos internos de los gobiernos, aumenta la transparencia de los mismos, reduce los casos de corrupción, facilita los procesos democráticos y, en último término, refuerza la credibilidad de las instituciones.
Ejemplos reales de gobernanza electrónica o gobiernos digitalizados
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha establecido el Índice de Gobierno Digital (Digital Government Index, DGI), clasificación que determina los parámetros que debería seguir un país para conseguir una gobernanza electrónica plena:
- Digital por diseño: aprovecha la tecnología para rediseñar los procesos públicos y hacerlos más accesibles y sencillos.
- Impulsado por los datos: valora la información como un activo estratégico para mejorar la toma de decisiones
- Como plataforma: despliega una amplia gama de herramientas para satisfacer las necesidades de los usuarios a la hora de prestar los servicios públicos.
- Abierto: el ciudadano tiene un papel central en su relación con las autoridades y tiene acceso a información sobre el gobierno.
- Proactivo: se anticipa a las necesidades de la ciudadanía o es capaz de responder rápidamente a ellas.
E-Estonia: el e-gobierno estonio
Según esos parámetros, Estonia es uno de los más avanzados en lo que a gobernanza económica se refiere. Esta situación no fue algo premeditado sino fruto de la necesidad después de que, en 1991, el país se independiza de la URSS. En ese momento, además de evitar la anquilosada burocracia soviética, los políticos estonios comprobaron que aligerar la administración y dotarla de medios tecnológicos resultaba más eficaz y barato.
El resultado de ese proceso es e-Estonia, ecosistema que ha permitido eliminar el uso de papel de los consejos de ministros, que las leyes se aprueben con firma digital, que los servicios públicos estén conectados para optimizar los recursos y que se puedan hacer trámites administrativos como renovar un pasaporte mientras se realizan acciones tan cotidianas como esperar el autobús.
La gobernanza digital de Reino Unido: la unidad de e-gobierno
En 2010, el gobierno del Reino Unido puso en marcha Digital by Default para digitalizar su relación con los ciudadanos. Un año más tarde se puso en marcha Gov.Uk, portal que canaliza toda la actividad del gobierno hacia una plataforma digital única.
Los principios rectores de esta estrategia son que el ciudadano no tenga que proporcionar a distintos organismos del gobierno la misma información dos veces, que todos los funcionarios que trabajan en el sector público hayan utilizado los servicios que están ofreciendo a los ciudadanos y, finalmente, que si bien todos los servicios deberían estar diseñados para ser digitales por defecto, eso no significa que no haya un teléfono de información o ventanillas de atención al ciudadano para evitar la brecha digital.
El e-gobierno de China
Desde su llegada al poder en 2012, Xi Jinping abordó la modernización de la administración china, apostando por la tecnología y la inteligencia artificial. Una de las consecuencias de ese proceso fue la recopilación masiva de datos referentes a los ciudadanos que también ha servido para monitorizar a la población.
De hecho, una de las derivadas de la gobernanza digital china es el sistema de crédito social, una suerte de carné digital por puntos relativo a la moral y honradez de la persona, que determina cómo se va a poder relacionar el ciudadano con la administración. Aquellos que, según el sistema no sean de fiar, no podrán interactuar o realizar determinados trámites con las instituciones. Una forma de gobernanza electrónica concebida originalmente en el gigante asiático, pero cuyos principios generales, argumentan algunos expertos, ya están establecidos en Occidente a través de canales ajenos a la administración.
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