Autor | Lucía Burbano
Según SmartAmerica Challenge, las administraciones locales invertirán 41 billones de dólares en los próximos veinte años para que su infraestructura esté preparada para el Internet de las Cosas. Incluso dos décadas antes de que se materialice esta inversión, las ciudades estadounidenses más innovadoras en sectores como el académico, logístico, del transporte o la salud son aquellas que más están invirtiendo en tecnología ‘smart’.
Basado en varios baremos, para el Smart Cities Index que anualmente publica The IMD Business School, la primera ciudad inteligente de Estados Unidos es Nueva York, en el puesto 12 de 118. A continuación, presentamos el perfil de siete ciudades que aparecen en el citado índice y cómo cada una de ellas recurre a las tecnologías smart para tomar decisiones más informadas sobre varias cuestiones.
New York smart city: gestión inteligente de la gestión de residuos
La gestión de 10.500 toneladas de basura diarias convierte al departamento de saneamiento de Nueva York en el más ocupado del mundo. Por eso, en 2020 la ciudad lanzó un piloto en el que colocó cientos de sensores inteligentes en diferentes distritos para recolectar datos que mejoren la eficiencia en su gestión de residuos.
En 2015 introdujo ‘BigBelly’, una basura inteligente equipada con un sensor inalámbrico que controla su capacidad, permitiendo programar el servicio de recogida de forma más eficiente. El sistema incluye un compactador de basura que funciona con energía solar, aumentando por cinco la cantidad de residuos que puede almacenar comparado con un contenedor de basura tradicional. Además, contribuye a mejorar el control de las emisiones al reducir el tráfico de camiones de basura.
Otro piloto llevado a cabo consistió en equipar a cinco vehículos municipales con sensores alimentados por energía solar para recoger datos sobre la calidad del aire en distintos vecindarios de South Bronx. Este programa de control del aire, vigente desde 2008, ha permitido reducir las emisiones de dióxido de azufre en más de un 70%.
Washington Smart City: fomentar la participación ciudadana
El punto fuente de Washington D.C. en tecnología smart es la accesibilidad ciudadana a la información local sobre las medidas aprobadas por el ayuntamiento. Su plataforma en línea permite que los residentes participen activamente en las decisiones que se toman en la ciudad.
La capital también ha implementado un programa que analiza el movimiento de peatones, bicicletas, vehículos privados y públicos para después tomar decisiones más informadas sobre el tráfico e identificar las áreas que precisan de más recursos para mejorar la infraestructura viaria.
Chicago smart city: reducción de costes energéticos
En la estrategia ‘smart’ de Chicago destacan varias iniciativas. La primera, llamada ‘Array of Things‘, consiste en una red de cajas de sensores interactivas y modulares colocadas por la ciudad para recoger datos en tiempo real sobre el entorno, infraestructura y la actividad de la ciudad que se utilizarán para la investigación y desarrollo y para la toma de decisiones a nivel municipal.
El segundo, denominado Smart Lighting Program, busca modernizar el alumbrado público. Incluye la instalación de luces LED inalámbricas en toda la ciudad, que pueden atenuarse o controlarse a distancia. El objetivo es reducir los costes energéticos y mejorar la seguridad pública.
Por último, y conjuntamente con Cisco, el ayuntamiento de Chicago ha lanzado Smart + Connected Community Initiatives. Sus objetivos incluyen el fomento de prácticas de trabajo más inteligentes, la incubación de la innovación tecnológica y la promoción de la colaboración entre varios agentes para investigar y mejorar la vida social de la ciudad.
Seattle Smart City: Datos para reducir el excedente alimentario
Seattle es, posiblemente, la smart city estadounidense por excelencia. Tanto el sector público como el privado reman en la misma dirección, y destaca la ejecución de varios proyectos coordinados desde el Consejo Asesor de Innovación de la Ciudad de Seattle.
Destaca la iniciativa ‘Food Rescue’, que busca conectar, en tiempo real, a las empresas con excedentes de alimentos con ONGs que se beneficiarían de recibirlos. Estudios realizados muestran que entre el 50% y el 70% de los alimentos desperdiciados podrían haberse consumido. Por este motivo, la Seattle Pacific University está recopilando datos para establecer los costes involucrados en el rescate de alimentos, sus residuos asociados y la contaminación que generan los envases.
En fases más avanzadas, el proyecto incluye la asistencia técnica a empresas y ONG, la aplicación de incentivos que mejoren la gestión de excedentes alimentarios y decisiones políticas que refuercen las mejores prácticas para reducir los residuos de alimentos y envases.
Boston Smart City: reimaginar sus calles
Mediante el despliegue de cámaras y sensores, la ciudad está recopilando datos sobre el comportamiento de conductores, peatones y ciclistas que les permita cuantificar mejor cómo pueden incrementar la seguridad de la red viaria. Entre otros aspectos, estos dispositivos inteligentes miden cómo los distintos usuarios reaccionan ante los pasos de cebra, intersecciones y señales de tráfico o semáforos.
El objetivo es introducir mejoras en la aplicación de las normas de tráfico o incentivar una educación cívica más completa sobre seguridad viaria.
San Francisco Smart City: por una movilidad sostenible
El Plan de Acción Climática de San Francisco reducirá para 2025 las emisiones en un 40% respecto a los niveles de 1990. En la actualidad, el transporte produce casi la mitad de las emisiones, motivo por el cual la ciudad californiana lleva años liderando iniciativas hacia un transporte conectado, compartido, eléctrico y autónomo.
Desde que pusiera en marcha el sistema de aparcamiento inteligente SFpark, San Francisco ha disminuido las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30%. Otro de los objetivos es conseguir ganar más espacio en las calles para bicicletas y peatones mediante el transporte colaborativo, que esperan que reduzca en un 10% el número de vehículos de ocupación única.
Denver: centralizar la información para tomar mejores decisiones
La ciudad del estado de Colorado ha recurrido a la tecnología smart para optimizar las operaciones de la ciudad y abordar algunos de sus mayores retos: la delincuencia, la congestión del tráfico, la colisión de vehículos, la contaminación del aire y la brecha económica.
Todos los proyectos de Denver Smart City estarán centralizados en un sistema de gestión de datos que recopilará datos en tiempo real sobre el transporte, la salud ambiental, el clima y el transporte de mercancías, entre otros. El objetivo es facilitar una toma de decisiones más inteligente, haciendo hincapié en la seguridad y la protección.
La incorporación de algoritmos de inteligencia artificial permitirá priorizar aquellos servicios más urgentes y que generen un mayor impacto.
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