Autor | Jaime Ramos
A lo largo de la historia, los emprendedores se han implicado en el urbanismo con proyectos propios, algunos con genialidades, otros como reflejos de sus megalomanías. A propósito del Día Mundial del Emprendedor (World Entrepreneurs’ Day), hacemos un repaso de algunas de estas aventuras urbanas de ciertos empresarios.
El World Entrepreneurs’ Day, celebrado el 15 de noviembre, sirve cada año para recordar la importancia de los liderazgos para auspiciar la innovación y el crecimiento económico. Estos principios están inspirados por emprendedores convertidos en figuras históricas y casi mesiánicas. En el siguiente repaso, subrayamos a algunos de los perfiles más destacados de la historia reciente y actual.
Las ciudades-empresa chocolateras
Muchos de los proyectos relacionados con emprendedores y ciudades destilan un aroma algo distópico. Es el caso de las ciudades-empresas que proliferaron alrededor de las industrias en el siglo XIX.
El dueño del negocio era el que sacaba adelante un proyecto que terminaba por convertirse en una comunidad aislada del resto de municipios. Míticos son los ejemplos de los hermanos Cadbury, regidores de la chocolatera y fundadores de Bournville (Reino Unido), con 8.000 hogares hoy; o el también chocolatero Hershey, que fundó una ciudad del mismo nombre.
Estas comunidades eran gestionadas por unos empresarios que, a la vez que protegían a sus empleados y les procuraba una vida mejor, ejercían un control total sobre lo que ocurría en su pueblo-factoría, con normas propias basadas en un personal sentido de la moral. Por ejemplo, en Bournville estaba prohibida la venta de alcohol.
Henry Ford, creador de comunidades
El emprendedor llevó la creación de ciudades-empresas a un nuevo nivel. Henry Ford elevó el concepto creando comunidades enteras de proveedores, todas al servicio de su negocio. Están van más allá de su Dearborn natal. Como ejemplos tenemos Alberta (Michigan — EEUU) o, un paso más allá, el fracaso de Fordlandia en la amazonia brasileña.
La Ciudad del Mañana de Walt Disney
El legendario Walt Disney no solo fantaseaba con la animación. Tras su éxito como promotor del primero de sus famosos parques temáticos en California (en cuya estética influyó una visita del empresario a los jardines Tivoli en Copenhague), Disney trató de sacar adelante una estación de esquí y, tras esta, lo que se vino a llamar como Prototipo Experimental de Ciudad del Mañana. Se ubicaría en el centro del parque temático de Disney World en Orlando con una capacidad para 20.000 residentes.
Aunque el proyecto EPCOT no se culminó, destapó la estrambótica ambición de Disney. La ciudad combinaba una amalgama de innovaciones futuristas con la intención de convertirse en toda una autocracia. Según relatan los biógrafos, la obsesión de Disney con crear su propia urbe persistió incluso en sus últimos días en el hospital, antes de su muerte.
Metanopoli, la ciudad jardín de Enrico Mattei
Al Sur de Milán, Metanopoli no es tan solo una comunidad-empresa. El político y magnate del petróleo Enrico Mattei estuvo detrás de una ciudad perfecta para los empleados de la petroquímica italiana Ente Nazionale Idrocarburi (ENI) que acabó por atraer una mezcolanza de nombres de peso de la arquitectura y el urbanismo. Como máxima expresión de esta tendencia tenemos la icónica gasolinera diseñada por Mario Bacciocchi, transformada hoy en restaurante.
Cloud Town de Jack Ma
Son varios los ejemplos de campus urbanos tecnológicos y ciudades laboratorio en el mundo. Una de las que más inquietudes genera es la Cloud Town de Jack Ma. El fundador de Alibaba prueba, en los vastos terrenos que posee en Hangzhou, tecnologías punteras que pueden solventar muchos de los desafíos a los que se enfrentan las ciudades del futuro, pero también con mecanismos de control social que se mueven al mismo ritmo que la innovación tecnológica.
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