Autor | Lucía Burbano
Por tercera vez tras Sídney 2000 y Melbourne 1956, Australia acogerá la cita deportiva más célebre del planeta; los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2032. Además de poner el foco en la competición, estas serán, por contrato, las primeras olimpiadas que deberán ser "positivas para el clima", es decir, deberán compensar más emisiones de carbono de las que se emitan. Esta no es una cuestión baladí, ya que anteriores citas olímpicas han llegado a generar hasta tres millones de toneladas de huella de carbono en la atmósfera.
Sin restar méritos a Brisbane, lo cierto es que la ciudad australiana salió elegida como sede para las Olimpiadas de 2032 porque otras candidatas como Doha, Yakarta o la región alemana del Rin-Ruhr no llegaron a pasar el corte.
¿Cómo se seleccionan las sedes olímpicas?
La designación de Brisbane como sede olímpica para 2032 inaugura un nuevo proceso de selección de las ciudades candidatas a acoger unos Juegos Olímpicos. En junio de 2019, el Comité Olímpico Internacional (COI) aprobó cuatro enmiendas de La Carta Olímpica que ahora contempla, entre otras novedades, que la sede puedan ser "múltiples ciudades, regiones o países”.
Una de las modificaciones más importantes es que el COI dará prioridad a aquellas sedes que cuenten con instalaciones e infraestructuras deportivas construidas. Las ciudades que prometan, como parte de su candidatura, edificar futuras infraestructuras, "solo se tendrán en cuenta si su estrategia se encamina hacia un legado sostenible".
La reforma se llevó a cabo debido a la creciente dificultad para conseguir que las ciudades se interesen en organizar los futuros Juegos Olímpicos, dado el alto coste que suponen para las arcas municipales de las anfitrionas.
Sin ir más lejos, en 2017 solo París y Los Ángeles se presentaron como candidatas a los Juegos Olímpicos de 2024. En una decisión salomónica, el COI otorgó la organización de esa edición a la capital francesa y ofreció las Olimpiadas de 2028 a la ciudad californiana.
Así se está preparando Brisbane para los Juegos Olímpicos
Aunque todavía falta más de una década para su celebración, la ciudad australiana va por el buen camino y ya ha comenzado a prepararse para la cita olímpica. Resumimos los principales avances que forman una estrategia integral que mira por el beneficio económico, medioambiental y social de la ciudad y de la región de Queensland, con una perspectiva a largo plazo.
Cuenta con la mayoría de instalaciones construidas
Ni más ni menos que un 68% de las infraestructuras ya están construidas. La instalación estrella será el espectacular Brisbane Cricket Ground, un estadio completamente circular que será remodelado para la ocasión y que acogerá las competiciones de atletismo y las ceremonias de apertura y clausura.
Las sedes estarán repartidas
De las 37 sedes previstas, 18 estarán en Brisbane, siete en Gold Coast y cinco en Sunshine Coast, para que toda la región de Queensland disfrute del evento deportivo. Se construirán nuevos estadios, entre ellos el Brisbane Arena, con capacidad para 17.000 personas, que se destinará a las competiciones de natación, y el Brisbane Indoor Sports Centre, donde se celebrarán los partidos de baloncesto.
Tiene un plan para mejorar la sostenibilidad de la ciudad
A pesar de que todavía faltan más de 11 años para su celebración, Brisbane ya ha empezado a desarrollar proyectos como los denominados ‘puentes verdes’, por el que solo transitarán peatones, ciclistas y patinetes, y la transformación del parque Victoria, el espacio verde más grandes de la ciudad con 64 hectáreas.
Puesta a punto del transporte
El Cross River Rail, cuya finalización está prevista para 2024, es una nueva línea ferroviaria que circulará por debajo del río Brisbane y que implica la remodelación de varias estaciones del distrito de negocios de la ciudad. Otro proyecto destacado es el desarrollo de la red de autobuses rápidos, que conectarán con el transporte subterráneo para agilizar el movimiento de espectadores entre las infraestructuras deportivas.
El impacto en la ciudad será a largo plazo
Socialmente, la ciudad espera generar un impacto positivo en sus habitantes y negocios. Por ello, el deseo de las autoridades es que la comunidad y empresas locales se impliquen en la organización de los Juegos Olímpicos de 2032. También se espera que las asociaciones empresariales y gubernamentales se unan hacia una misión común, centrada en la generación de un impacto económico positivo de largo recorrido para Brisbane.
Fotos | Unsplash/ROMAIN TERPREAU, Unsplash/City of Gold Coast