Autor | Lucía Burbano
De haberse dedicado únicamente a diseñar ciudades, Le Corbusier hubiera sido un urbanista frustrado sin el estatus de arquitecto venerado que tiene en la actualidad. Sus proyectos para convertir a Barcelona, Bogotá o Buenos Aires en urbes funcionales y racionales fracasaron y solo la india Chandigarh vio la luz. ¿Por qué un arquitecto tan admirado cosechó tantas decepciones como planificador urbano? Su proyecto para París, la Ciudad Radiante, responde a esta cuestión.
¿Qué fue la Ciudad Radiante?
El concepto de Ciudad Radiante o Ville Radieuse fue un plan urbanístico para el centro de París que el arquitecto Charles-Édouard Jeanneret, alias Le Corbusier, presentó por primera vez en el Salon d’Automne parisino en 1922.
En el centro de un plan maestro completamente simétrico se situaban 24 rascacielos de 200 metros de altura y forma cruciforme destinados a albergar negocios y hoteles. A su alrededor se encontraban los distritos residenciales para los trabajadores de aquellos rascacielos, formados por viviendas que siguen su concepto de unité d’habitationplasmada en Marsella o Berlín. Cada bloque albergaría 2.700 residentes y tendría un uso mixto, con servicios de lavandería, restaurante y guardería en la planta baja y una piscina en la azotea.
Finalmente, en el lado sur se proyectó una zona dividida en tres partes destinadas a la manufactura, almacenes y grandes industrias, mientras que en el norte se situarían amplios jardines y zonas de recreo.
¿Cuál era el propósito de la Ciudad Radiante?
Le Corbusier justifica su concepto de Ciudad Radiante en el libro La Ville Radieuse (1935) criticando el modelo urbano que imperaba en la época. Permitamos que sea el propio arquitecto el que se exprese: "La ciudad de hoy es una cosa moribunda porque su planificación no está en la proporción de una cuarta geométrica. El resultado de un verdadero layout geométrico es la repetición, el resultado de la repetición es un estándar. La forma perfecta".
Cuatro eran los objetivos que Le Corbusier quería para su Ville Radieuse:
- Proporcionar medios eficaces para las comunicaciones.
- Proporcionar una gran cantidad de zona verde.
- Proporcionar un mejor acceso al sol.
- Reducir el tráfico urbano.
Al alcanzarlos, lograría incrementar la capacidad urbana y, al mismo tiempo, mejorar el entorno y la eficiencia de la ciudad, tal y como expresó en el Congreso Internacional de Arquitectura Moderna de Atenas en 1928, que sentó las bases de este urbanismo racionalista.
Ventajas de la Ciudad Radiante
Las intenciones del arquitecto franco-suizo eran favorecer "el habitar, trabajar, cultivar el cuerpo y el espíritu, y circular; con este orden y en esta jerarquía".
Como simpatizante del comunismo y las políticas socialistas, Le Corbusier defendía la igualdad de clases. Una de sus máximas arquitectónicas era obtener las máximas prestaciones por un precio mínimo, sin importar el origen y clase social de los usuarios.
Los modernistas fueron grandes promotores de la higienización, o de la capacidad curativa que tienen los espacios bien iluminados y ventilados. En una época donde proliferaban todo tipo de enfermedades infecciosas, esto resultó en viviendas e infraestructuras más saludables a la par que funcionales, donde las zonas ajardinadas, tan demandadas hoy en día, tenían reservada una generosa parcela.
Los rascacielos mixtos como solución a la densidad urbana es otro concepto de este plan maestro adoptado por muchas ciudades para evitar la ramificación y desconexión de zonas del extrarradio con los cascos antiguos de las ciudades.
Por último, la Ciudad Radiante proponía un concepto muy de actualidad, asociado a la ciudad transitable: la división de espacios entre vehículos y peatones y la importancia de contar con un transporte público excelentemente conectado para comunicar las diferentes zonas que conforman esta idea de ciudad.
¿Por qué fracasó la Ciudad Radiante?
Lo primero que se le achaca a Le Corbusier es que su visión de la ciudad es demasiado racionalista. Su colega y contemporáneo Hugo Häring argumentaba que el arquitecto francosuizo avanzaba, con su diseño, "una propuesta de un futuro detestable, organizado como un "mundo militar prusiano" ordenado, alineado, disciplinado, pero frío".
Además, según argumentan los autores de este estudio, los cálculos sobre la luz natural que iluminaría esta Ciudad Radiante no se corresponden con las condiciones lumínicas que ofrece el centro de París. Afectarían, especialmente, a la entrada de luz en los rascacielos. Un jarro de agua fría en toda regla para, lo que se supone, era una de los principales incentivos del plan urbano de Le Corbusier.
Otro punto polémico que archivó el proyecto fue que su construcción hubiera implicado la demolición de prácticamente todo el centro de París y, por tanto, acabar con la historia arquitectónica de la ciudad de luz.
Aprendizajes de un fracaso
Aunque su visión del urbanismo no acabó de cuajar, hay que tener en cuenta que es fruto de un contexto muy concreto, el de un mundo entre guerras, y de un modelo racionalista que quería romper con las ciudades insalubres oscuras y contaminadas que imperaban a principios de siglo XX.
A pesar de que no llegó a materializarse, pueden extraerse varios aprendizajes útiles aplicables a las ciudades contemporáneas:
Las ciudades no se diseñan solo con escuadra y cartabón
Las urbes son mucho más que cuadrículas formadas por calles y edificios. Deben incluir espacios que generen relaciones entre sus habitantes para permitir que la espontaneidad aflore.
La urbe es un ‘ser’ vivo
Las ciudades cambian para adaptarse a los nuevos tiempos y necesidades. Aquellas urbes excesivamente rígidas en su planificación dejan poco margen para permitir que evolucionen.
El modelo de unitégenera segregación
Lejos de fomentar la convivencia basada en los usos mixtos que el arquitecto planeó para sus unité d’habitation*,* la experiencia dice que estos grandes bloques de viviendas acaban convirtiéndose en colmenas donde la inseguridad acaba campando a sus anchas.
Zonificar, sí pero…
Organizar los programas que se desarrollan en la ciudad por zonas es un método eficiente, sí, pero también encasilla e impide generar espacios donde se fomente y visibilice la diversidad propia de los barrios que hoy forman parte de nuestras urbes.
Fotos | Ricardo Rodríguez, Tamaño y densidad urbana: análisis de la ocupación de suelo por las áreas urbanas españolas, La Ville Radieuse de Le Corbusier : les paradoxes d’une utopie de la société machiniste, The Charnel-House