Autor | M. Martínez Euklidiadas
La humanidad vive junto a animales domesticados desde hace más de once siglos, y convive con animales de compañía por lo menos desde hace cuatro milenios. La domesticación del gato en Egipto hacia el 3.500 a.C. coincidió con las primeras fases de expansión urbana. ¿Afectan las mascotas a las ciudades?
¿Aumentan las mascotas en las ciudades?
Ciudades de todo el globo están reportando estadísticas curiosas. En 2020 la ciudad de Madrid, España, confirmó que había más perros y gatos censados que niños menores de 10 años viviendo en sus calles. En este cambio se combinan dos tendencias:
● Una natalidad a la baja, en parte fruto de un aumento de la calidad de vida de los países desarrollados, pero también del aumento del coste de la vida
● El aumento de la tenencia de mascotas. Con datos de 2018, se estima que hay 471 millones de perros y 373 millones de gatos como mascotas.
Significa una mascota por cada diez personas del planeta, y eso que no se cuentan otros animales como pájaros, peces, hámsteres, arañas, serpientes, etc., los animales de granja domesticados o las mascotas abandonadas.
Beneficios de tener una mascota en la ciudad
Los primeros beneficios históricos de la domesticación fueron obvios: protección en el caso de lobos y perros, o fuerza de trabajo en el caso de animales como el caballo. En algunas regiones siguen usándose alguno de estos factores, aunque actualmente los mayores beneficios son sociales.
Las mascotas aportan compañía en un entorno de soledad
Las mascotas aportan elementos como compañía o afecto, cada vez más relevante en ciudades en las que se reportan mayores cifras de personas que viven solas o viviendas en las que hay cada vez menos hijos.
Los perros ayudan a reducir la aparición de asma
Aunque también hay efectos positivos más complejos en la salud. Por ejemplo, la exposición al perro o el gato en edades tempranas (menos de dos años) reduce la probabilidad de desarrollar síntomas de asma, aunque solo el perro conserva esta propiedad a largo plazo. En entornos de alta contaminación, ayuda.
Algunas mascotas pueden reducir el estrés o la depresión
También se ha documentado una reducción del estrés al acariciar, jugar, pasear o jugar con las mascotas. Entre otros beneficios se encuentran la reducción del cortisol o el aumento de la oxitocina, reducción del sentimiento de soledad o una modulación de diferentes patologías mentales.
Desventajas de tener mascotas en las ciudades
Aunque no todo es positivo, especialmente para los animales, la biodiversidad local o los vecinos. Por ejemplo, es frecuente que algunos perros ladren todo el día cuando sus dueños se van a trabajar, un impacto acústico para los vecinos y un nivel de estrés elevado para el animal y mascotas próximas.
Aumento de los costes de mantenimiento urbano
Como en el caso previo, buena parte de los problemas derivados de las mascotas derivan de la falta de civismo de los dueños. Por ejemplo, no recoger las heces redunda en aumentos de los costes de limpieza, y permitir que orinen en las fachadas de los edificios supone molestias para los ciudadanos. Aunque va más allá: la corrosión del equipamiento urbano es un problema por los orines.
Pérdida de biodiversidad por felinos
Los gatos son depredadores de la fauna silvestre y ocasionan enormes daños a la biodiversidad tanto urbana como periurbana. En buena medida ante la pasividad de sus dueños, que a menudo no comprenden el daño causado y otras veces les da igual. La pérdida de biodiversidad es un gran problema ambiental.
Las mascotas tienen indudables beneficios para la sociedad, aunque es importante que los respectivos dueños tomen medidas para evitar los impactos negativos hacia los vecinos y conciudadanos.
Imágenes | Nathz Guardia, Gregory Atkats