Autor | M. Martínez Euklidiadas
¿Puede un municipio reciclar el 100 % de sus residuos urbanos? Esa es la meta de residuos cero que se marcó la región de Kamikatsu en la prefectura de Tokushima (Japón) en 2003 cuando, al principio del milenio, todo el país sufría de acumulación de residuos en vertederos.
En 2018 Kamikatsu fue seleccionado para el reconocimiento SDGs Future Cities por el camino que estaba marcando y dos años después su tasa de reciclaje era de casi el 80 %, mientras que el resto de Japón no llega al 20 %. ¿Cómo lo han conseguido? Y, ¿por qué eso no es lo más notable?
Una red de compostaje que data de 1994
Uno de los primeros proyectos de Kamikatsu fue poner en valor la materia orgánica producida en los hogares, un volumen de residuos que representa aproximadamente un tercio del total. En 1994, las 55 aldeas que forman la región (unas 800 familias, 1500 personas) pactaron el ‘Proyecto de Reciclaje del Pueblo’, un programa de compostaje que solo un año después empezó a facilitar la compra de compostadoras domésticas. Fue un tremendo éxito.
Residuos de ayer, material de construcción de mañana
Además de las 700 ventanas donadas que constituyen sus fachadas, el diseño de Hisoshi Nakamura que ganó un premio Dezeen en 2021, lo que más llama la atención de la planta de residuos de Kamikatsu es su nivel de higiene.
Es tan limpia que justo al lado de la planta hay un hotel valorado con 4,8 estrellas en Google Maps. Se llama Zero-Waste Hotel WHY y fue construido en parte con materiales de desecho. Toda la planta usó materiales locales para su construcción.
Involucrar a la población local en la reducción y reutilización
Si el reciclaje de Kamikatsu es un éxito, lo es aún más el que han reducido al mínimo su necesidad. Han creado una red casi cerrada de uso de objetos y materiales de forma que reutilizan tanto como les es posible.
Cuando acuden a la planta, los ciudadanos japoneses llevan debidamente separados y clasificados todos los materiales, y aquello que puede ser reutilizado (como una bicicleta, un contenedor, ropa, una vajilla) lo llevan ya limpio para exponer.
¿Cómo deshacerse de los molestos envases?
Los nuevos hábitos de consumo han puesto a los envases de un solo uso en el punto de mira. Como estrategia temporal de transición, Kamikatsu empleó técnicas de incineración de residuos, que distan de ser limpias y agravan los problemas medioambientales.
Pero han logrado hitos notables como disponer de 45 categorías diferentes para sus fracciones, mucho más allá de las clásicas y genéricas envases, papel y cartón, orgánico o residuos tecnológicos. Los operarios de la planta ayudan a los vecinos con esta separación cada vez que cometen errores.
Además, han conseguido atraer industria local que procesa in situ estos materiales: el vidrio que no puede ser reutilizado pasa a formar parte de aglomerado de construcción; los residuos de celulosa se reciclan tantas veces como es viable y las costureras dan una segunda vida a los tejidos.
Ciudades circulares, ciudades del futuro
Una reciente publicación científica explora el modelo de ciudades circulares (CC) poniendo a Kamikatsu como ejemplo de un país, Japón, a la cabeza del movimiento. El objetivo de esta red de municipios no es únicamente procesar los residuos clásicos tal y como se entienden hoy en día, sino evitar que se produzcan.
Imagen | Yano