Autor | M. Martínez Euklidiadas
"Usted es de los que habría prohibido internet para que no cerrase las bibliotecas", falacia Lawrence Robertson en Yo, robot (2004), como si las bibliotecas fuesen únicamente un lugar donde sacar libros. ¿Cómo es el futuro de las bibliotecas públicas? Brillante y necesario, como parte de la infraestructura social urbana.
Biblioteca pública, infraestructura social
En Palacios del pueblo, políticas para una sociedad más igualitaria (2020), Eric Klinenberg ensalza las bibliotecas públicas como infraestructura social crítica y necesaria. La concepción general de una biblioteca es un gran repositorio de libros accesibles, pero existen otras muchas funciones indispensables para "ayudar a combatir la desigualdad, la polarización y el declive de la vida cívica", como señala este experto.
Entre otras funciones, las bibliotecas públicas dan cobijo de los elementos, más importante cada año de crisis climática; son lugares donde estudiar cuando no se dispone de espacio o condiciones en el domicilio; espacios de reunión pública para toda clase social, mixtas y multiculturales, en un mundo polarizado; lugar seguro para quien no lo encuentra fuera, en barrios desatendidos.
El rol informativo de las bibliotecas públicas
Los guionistas de Yo, robot (2004) no supieron entender la capacidad de la Internet como espacio común, ni la importancia de las bibliotecas. Cuando estalló la pandemia, "los bibliotecarios dieron un paso al frente y se concentraron en su vocación de servicio público", señala Internet Society en un esperanzador artículo de 2021.
Este artículo señala cómo las bibliotecas pueden "conectar a los desconectados" y "llevar la información a todos" mediante los ejemplos de WiFi abierto de Perafita (España) o Wireless Ghana (Ghana).
Espacios seguros rodeados de libros
En Palacios del pueblo, Klinenberg pone en valor la labor protectora de las bibliotecas en barrios deprimidos de EEUU (aunque es exportable a otras regiones). Colectivos marginalizados, personas sin hogar y otros grupos convergen en las bibliotecas en busca de seguridad.
"Las personas establecen vínculos en sitios que cuentan con infraestructuras sociales saludables", indica el autor al señalar ciudades desconectadas fruto de la desintegración urbana del siglo XX.
Bibliotecas, espacio de ocio intergeneracional
En un rincón con moqueta apta para el juego, un padre y su hija leen en voz baja un cuento infantil. Pocos metros más allá, un niño juega con su madre con unos cubos de goma. La bibliotecaria observa la escena tras un mostrador mientras da la bienvenida a una pareja que se refugia de la lluvia. Aprovechan para ver una exposición sobre Pablo Neruda en forma de pósteres.
La escena la registró quien escribe estas líneas, en 2014, cuando carecía de un despacho donde escribir. Las bibliotecas públicas son lugares de intercambio generacional, espacios de coincidencia de personas que no hubiesen coincidido de otro modo. Lugares de no segregación social y aceptación de todas las personas.
El futuro de las bibliotecas públicas
Las bibliotecas públicas juegan un futuro brillante en un siglo orientado a la proximidad y el cierre de brechas sociales, a la economía de los cuidados o la ciudad de los 15 minutos, a valorar lo común y entender la desigualdad.
Las bibliotecas dan acceso a la información, se convierten en espacios seguros, permiten el estudio y trabajo de quienes no cuentan con medios, se convierten en espacios de reunión y de ocio. Sí, las bibliotecas tienen mucho futuro, incluso si no se usan para sacar o dejar libros físicos.
Imágenes | Seattle City Council, PxHere