Autor | Pablo Vinuesa
Las inundaciones urbanas se tornarán más frecuentes a medida que el cambio climático continúe desestabilizando los fenómenos naturales. Y ante esta amenaza, hay ciudades que ya están tomando medidas para protegerse de tales sucesos destructivos. A continuación explicaremos algunas de las más útiles.
Anteriormente hemos hablado de las causas que provocan la conocida como subsidiencia del suelo, en ciudades como Venecia. Pero hay otras muchas, especialmente las que se encuentran en el litoral, que tienden cada vez más a sufrir inundaciones muy rápidas, desde el mar o a través de grandes avenidas. ¿Cómo pueden protegerse?
¿Qué son las inundaciones urbanas?
Al incrementarse las temperaturas debido a la emergencia climática, el nivel del mar también se eleva. Según los informes del IPCC durante las próximas décadas su aumento será imparable, incluso puede que irreversible. Para concienciar de ello, este organismo desarrolló junto a la NASA el mapa interactivo ‘Sea level projection tool‘, que incluye hasta quince puntos a lo largo de nuestro litoral.
En concreto, hablamos de inundaciones urbanas para referirnos a aquellos casos en los que afectan a las ciudades e intervienen otra serie de factores además de la citada subida del nivel del mar, las lluvias extremas, el deshielo de las nieves o las marejadas crónicas. De hecho, tal como veremos a continuación, es crucial su concepción a nivel urbanístico.
Hemos visto ejemplos catastróficos recientemente a lo largo de todo el mundo, desde Chinaa Estados Unidos, donde ya hay publicados estudios como ‘The Growing Threat of Urban Flooding: A National Challenge’. En Europa, según la Agencia de Medio Ambiente (AEMA) la mayor parte del continente sufrirá a lo largo del siglo hasta un 35 % más de lluvias torrenciales en invierno, peligrosamente combinadas con periodos veraniegos muy secos.
¿Por qué se inundan las ciudades?
Normalmente se pueden producir inundaciones en las ciudades debido al desbordamiento de ríos o del mar, si estas poseen costa, pero una característica inherente a la inundación urbana es la falta de drenaje. Cuando este no es suficiente, existe la posibilidad de que se dé un desbordamiento de consecuencias muy peligrosas, a niveles tanto humanos como materiales.
Dada la habitual falta de suelo disponible para su almacenamiento, todas las precipitaciones han de ser transportadas hasta las aguas superficiales más cercanas o el sistema de alcantarillado. Si no está optimizado, una lluvia torrencial podría superar su capacidad y el agua, al no tener lugar al que dirigirse, se desbordará por zonas densamente pobladas.
Hablaríamos entonces de inundaciones urbanas cuando cae lluvia, lo hace sobre superficies impermeables y además se supera el límite de almacenamiento local de las aguas. Estos tres elementos, de hecho, presentan diferentes retos por separado. Y no hay que irse a un evento explosivo como un huracán: con infraestructuras inadecuadas hasta una lluvia leve pero sostenida podría convertirse en un problema.
¿Cómo podemos evitar que se inunden las ciudades?
Las consecuencias de una inundación urbana son múltiples, ya que además de suponer un riesgo para las vidas de las personas también pueden colapsar carreteras, entorpeciendo los traslados al trabajo o los centros educativos. Pero, ¿qué se puede hacer para evitarlo? Hay varias medidas.
Instalación de pavimento permeable
El distrito de Nørrebro en Copenhague ha sido uno de los primeros en el mundo en probar un sistema de baldosas permeables. Este innovador tipo de suelo incorpora el ciclo natural del agua en las ciudades, recolectándola por diferentes agujeros y canalizándola hacia el sistema subterráneo. Su instalación, además, no es especialmente compleja ni demasiado costosa.
Gestión inteligente de las aguas pluviales
Todavía no se han evaluado sus bondades a nivel general, pero el conocido como rainwater harvesting (RWH) puede ser de ayuda en ciertos casos. Con indicaciones como las descritas en el ‘Urban Stormwater Management Manual‘ de Malasia se puede hacer una recogida inteligente en aljibes que retienen ese ‘extra’ de agua durante momentos de máxima intensidad pluvial, evitando inundaciones y garantizando el suministro.
Una smart city, también para evitar inundaciones
En una ciudad conectada siempre será de gran ayuda contar con información meteorológica actualizada y personalizada, pero en casos como este cobra aún mayor relevancia. Por ejemplo, el Servicio de Cambio Climático de Copérnico ofrece evaluaciones de riesgos por inundación en áreas urbanas, debidos a lluvias extremas.
Actitudes sensibles por parte de la ciudadanía
Como protagonistas de la vida en las ciudades también podemos poner nuestro granito de arena. Además de cuidar el medio ambiente evitando el uso de plásticos y reciclando el agua de lluvia para uso casero, hay otros pequeños gestos útiles como evitar verter grasas o sustancias corrosivas al desagüe, no soltar escombros en los ríos o basura en calles y laderas.
Ciudades esponja
Formulado en 2013 por el profesor Kongjian Yu, el concepto de "ciudad esponja" pretende controlar y mitigar las inundaciones en las grandes urbes chinas. Este enfoque holístico de eco-ciudad, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Urbanismo y Desarrollo Urbano y Rural del país, se vale de nuevas estrategias de gestión en entornos urbanos (IUWM) para absorber, depurar, almacenar e infiltrar agua de lluvia.
Imágenes | Dibakar Roy, Frame Harirak, Mika Baumeister