Autor | Lucía Burbano
En las últimas décadas muchas ciudades globales con un fuerte pasado industrial se han tenido que reinventar para responder al declive sufrido por muchos sectores. La solución, en muchos casos, pasa por apostar por nuevos nichos que reinterpretan un legado no completamente desvinculado del humo y al hollín, apostando por una oferta atractiva vinculada a la cultura, los servicios, la arquitectura o la historia.
De ciudad industriales a urbes contemporáneas
Una vez echado el cierre en las fábricas que dominaron el paisaje urbano industrial, las ciudades que quieren sobrevivir a su pasado deben recurrir a diversas estrategias para reinventarse para convertirse en un polo de atracción de turistas, empresas, conocimiento, inversores o emprendedores.
Estas estrategias plantean cuestiones fundamentales que deben resolverse de antemano. ¿Cómo quiere proyectarse una urbe al mercado interior y exterior?¿Qué tipo de inversiones le ayudarán a conseguirlo? ¿Qué futuro espera ofrecer a sus habitantes?
Las respuestas a estas preguntas son válidas para todas las ciudades, pero especialmente para aquellas cuyo modelo económico, laboral y social estaba estrechamente vinculado al ya desaparecido sector industrial.
Detroit es, en este caso, un ejemplo paradigmático. La ciudad norteamericana pasó de ser un símbolo de la industria automovilística durante prácticamente todo el siglo XX a una urbe en quiebra que tuvo que reaccionar y empezar prácticamente de cero.
Modelos que funcionan
Las ciudades postindustriales que han conseguido pasar página y prosperar apuestan por implementar medidas concretas que revalorizan este legado industrial. Estas son algunas de ellas.
Atraer el turismo cultural
El cambio de modelo no implica necesariamente la destrucción de los símbolos industriales. Al contrario. En algunos casos, el patrimonio industrial puede convertirse en una herramienta para promover nuevas actividades económicas, especialmente enfocadas en el turismo o convertirse en nuevas sedes de museos y espacios culturales.
Reconversión en símbolos de arquitectura contemporánea
Otra alternativa interesante es apostar por otorgar nuevos usos a la antigua infraestructura industrial, más adaptada a las necesidades y usos presentes. Un ejemplo es la High Line de Nueva York, obra de Diller Scofidio + Renfro, que ha transformado una línea de transporte abandonada en un paseo elevado de 2,5 kilómetros con vegetación y obras de arte como protagonistas.
Convertirse en una ciudad verde
Al hilo de lo anterior, otras ciudades apuestan por transformar antiguos espacios industriales en zonas verdes. El 606 de Chicago es un parque lineal construido en torno a una infraestructura ferroviaria inactiva. Otro ejemplo, también en Estados Unidos, es el parque Buffalo Bayou, en Houston, que recupera varios kilómetros de la ribera anteriormente industrializada y fuertemente contaminada para la ciudadanía.
Urbes postindustriales que se han transformado con éxito
Varias ciudades han completado su transformación en modelos urbanos innovadores y transformadores apostando por estrategias diversas.
Turín
La capital de la región del Piamonte ha empezado a invertir fuertemente en estrategias creativas y culturales para cambiar su antigua imagen de ciudad industrial apostando por dos tipos de modelos: el de ciudad inteligente para atraer inversiones nacionales, y como paraíso gastronómico dirigido al mercado exterior.
Pittsburg
Strategy 21 es el nombre de la estrategia ideada entre el ayuntamiento, las universidades y la Junta de Comisionados del Condado que incluye cinco proyectos a ejecutarse en 15 años. Uno de ellos aprovecha su clúster educativo para invertir en la investigación tecnológica. El resultado fue la creación del Centro Nacional de Ingeniería Robótica de la CMU, que en poco tiempo ha pasado de ser un centro regional a la institución de investigación y desarrollo de robótica más importante del mundo.
Velenje
Tras el colapso del socialismo y la independencia de Eslovenia en 1991, Velenje logró transformarse para adaptarse a una economía de mercado. Además de hacer foco en la minería, la ciudad se especializó en la producción de maquinaria de tecnología media, electrónica y electrodomésticos que en conjunto emplean a más del 60% de la mano de obra total de la ciudad.
Bilbao
Antigua sede industrial relacionada con el acero y el hierro, la ciudad española inició su proceso de transformación en 1992 con la creación de la agencia Bilbao Ría 2000 para rehabilitar áreas degradadas e industriales desarrollando proyectos medioambientales, de transporte y de desarrollo urbano. Estos cambios la han posicionado como una urbe internacional para la organización de congresos, eventos musicales y culturales, con el Museo Guggenheim como abanderado de esta reinvención.
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