Autor | Lucía Burbano
La historia de la Catedral de Sal de Zipaquirá, en Colombia, es de aquellas que encoge el corazón. En una profesión no exenta de peligros como era la minería, la fe era considerada como escudo de protección para los mineros que en la década de los 1930 colocaban imágenes de santos en los socavones de las paredes de esta mina subterránea colombiana.
Inspirado por esta imagen, Luis Ángel Arango, directivo del Banco de la República, encargó construir en 1950 una capilla subterránea que permaneció abierta hasta 1992 y que por deficiencias estructurales fue reemplazada por la Catedral de Sal subterránea actual.
Su emplazamiento también es particular, ya que la mina donde está ubicada se dedica a la extracción de sal, protagonista tanto en la talla de su estructura como de todos los detalles que forman parte del que es, seguramente, el templo religioso subterráneo más peculiar del mundo.
¿Qué es la Catedral de Sal de Zipaquirá?
Localización
La Catedral de la Sal es la atracción estrella del Parque de la Sal, una reserva natural hoy dedicada a la divulgación de la geología y a la extracción de sal situada en Zipaquirá, a 48 kilómetros de Bogotá. La catedral de sal colombiana está tallada a 180 metros bajo tierra, tiene una capacidad para albergar 10.000 personas y en ella se celebran misas y bodas.
Historia
Su construcción reemplaza a la anterior capilla de sal y surge de un concurso convocado por la Sociedad Colombiana de Arquitectos en 1990. El ganador, de entre las 44 candidaturas presentadas, fue Roswell Garavito Pearl, asistido por el ingeniero Jorge Enrique Castelblanco. Su construcción se financió con parte del dinero recaudado con las entradas a la antigua iglesia subterránea y duró cuatro años. La nueva Catedral de Sal fue inaugurada por Ernesto Samper, presidente del país, en 1995.
Estructura de la Catedral de Sal colombiana
El viacrucis
El túnel de entrada a la catedral subterránea. Sus altares tallados en roca de sal representan escenas del camino del calvario.
La Cúpula
Con una altura de 11 metros y un diámetro de 8 metros, simboliza el mundo y el cosmos, la unión entre la tierra y el cielo.
Nartex
Consta de una serie de paralelepípedos tallados que crean un laberinto que representa el camino que los no bautizados debían recorrer como acto de penitencia.
Nave del nacimiento
Compuesta por un espacio circular donde se encuentra el baptisterio, la pila bautismal y la cascada de sal cristalina que representa el río Jordán, donde Jesús fue bautizado. Tiene una longitud de 73 metros, 16 de altura y 10 metros de ancho
Nave de la Vida
Simboliza los pilares de la fe cristiana, soportada por cuatro columnas que representan a los cuatro evangelistas. Alberga también una cruz de 16 metros de altura y el medallón de la creación, símbolo del nacimiento de Jesús. Tiene capacidad para 900 personas.
Nave de la muerte y la resurrección
Cuenta con obras escultóricas que representan el fin de la vida terrenal de Jesús, la capilla del santísimo y las grutas de resurrección.
¿Por qué es especial la Catedral de Sal de Zipaquirá?
Ganadora de un concurso celebrado en 2007 para designar las siete maravillas de Colombia, los depósitos de sal de las Montañas de Zipaquirá tienen una antigüedad de 200 millones. Evidencias arqueológicas indican que en la época precolombina, antes de la llegada de los españoles, ya se utilizaba como yacimiento para extraer sal.
En el siglo XX se desarrollaron actividades mineras entre 1900 y 1940, una década antes de la construcción de la vieja catedral subterránea dedicada a Nuestra Señora del Rosario, patrona de los mineros.
La Catedral de Sal de Zipaquirá es un ejemplo relevante de la arquitectura estereotómica (el tallo de piedras y otros materiales para utilizarlos en la construcción). La volumetría que generan los relieves y esculturas, unidas a los juegos lumínicos proyectados en todos los espacios, le confieren una singularidad única en el mundo.
Una ‘salada’ construcción que tiene precedente
Las reales minas de sal de Wieliczka en Polonia son, seguramente, la otra construcción subterránea tallada en sal más famosa del planeta. Patrimonio de la Humanidad desde 1978, la mina comenzó a explotarse en el siglo XIII. Explotada inicialmente por la realeza, el dinero obtenido de la venta de sal se utilizaba, entre otras cosas, para edificar y renovar iglesias y casas de esta localidad.
La profundidad del yacimiento de sal de Wieliczka es mayor que el de Zipaquirá, 327 metros y 3,5 kilómetros de galerías que contienen 22 cámaras con lagos subterráneos, maquinaria antigua y esculturas y bajorrelieves realizadas por los propios mineros que se dedicaban a su explotación. Incluye esculturas de personajes y escenas célebres, como la del rey polaco Casimiro el Grande o una reproducción del cuadro de ‘La última cena’ de Leonardo Da Vinci.
La Capilla de St. Kinga es seguramente su espacio más mágico. Se trata de una sala de 54 metros de longitud decorada con sumo detalle. Incluso elementos como el mobiliario y decoración como candelabros y altares están esculpidos con sal de roca. Las reales minas de sal de Wieliczka es una de las atracciones más visitadas de Polonia, con más de 800.000 visitantes al año.
Fotos | Wikipedia Commons/ Nidya Rincón, Wikipedia Commons / De Superchilum