Autor | Lucía Burbano
En La Meca, a 300 metros de la Gran Mezquita, el templo de peregrinación musulmán más importante del mundo, se erige Abraj Al-Bait, un complejo formado por siete torres que alberga un hotel cada una. Concebido para dar alojamiento a los millones de peregrinos que cada año visitan el lugar más sagrado del Islam, Abraj Al-Bait combina tradición con técnicas constructivas modernas en un conjunto arquitectónico de lo más singular.
Abraj Al-Bait, alojamiento de lujo para los peregrinos
Según la tradición islámica, todos los musulmanes deben peregrinar al menos una vez en su vida a La Meca, en Arabia Saudita durante Dhu ul-Híyyah, el último mes del calendario musulmán. Esta peregrinación puede llegar a reunir a unos 3 millones de personas en un mes y a unos 13 millones de visitantes durante todo el año.
En este contexto, en 2004 el gobierno empieza a edificar Abraj Al-Bait, un conjunto formado por siete torres, con un hotel de lujo en cada una, que alcanza los 600 metros de altura. El proyecto se financia con los fondos King Abdulaziz, fundador del estado moderno saudí, con una inversión de 15.000 millones de dólares.
Distribución del complejo
El conjunto de Abraj Al-Bait tiene una superficie de 1.500.000 m2, lo que le convierte en el más grande del mundo por delante del New Century Global Center de Chengdu, en China. Se sitúa al sur de la entrada principal de la Gran Mezquita de Masjid al Haram, que alberga la Kaaba.
Además de hoteles, hay museos, restaurantes, apartamentos, centros comerciales y una zona de oración para miles de fieles. También hay una plataforma de observación que ofrece vistas a la Gran Mezquita.
Abraj Al-Bait se divide en siete torres, todas ellas bautizadas con referencias al Corán o a La Meca. Se elevan desde un podio de 15 plantas de 115 metros de altura.
Hajar
Alcanza los 279 m, tiene 58 plantas y acoge el Mövenpick Hotel & Residences Hajar Tower Makkah. Su nombre hace referencia a la madre del profeta Ishmael.
Zamzam
Se eleva hasta los 279 m, tiene 58 plantas y es donde se sitúa el Pullman ZamZam Makkah Hotel. Su nombre hace referencia al pozo sagrado del que brotó el agua bendita.
Maqam Ibrahim
De 232 m de altura, cuenta con 61 plantas y es la sede del hotel Swissôtel al Maqam Makkah. Su nombre es el de la roca consagrada que, según se dice, contiene las huellas del profeta Abraham y que se utilizó para construir la Gran Mezquita.
Qibla
Sus 61 plantas se elevan hasta los 232 m y acoge el hotel Swissôtel Makkah. Qibla es la dirección de la oración de los musulmanes, que debe apuntar hacia La Meca.
Safa
Algo menor de altura, 220 m. El Raffles Makkah Palace Hotel se distribuye por sus 46 plantas. Su nombre hace referencia a una de las colinas donde se sitúa la Gran Mezquita.
Marwah
Idénticas características que la anterior, nombre incluido. En este caso aloja el Al Marwa Rayhaan by Rotana – Makkah Hotel.
Makkah Royal Clock Tower
El rascacielos más alto, se eleva hasta los 601 m, lo que le convierte en el absoluto protagonista del complejo. Merece una sección aparte.
Makkah Royal Clock Tower, el reloj más grande del mundo
En el centro del conjunto se encuentra la séptima torre y la más espectacular. Es el tercer rascacielos más alto del planeta, por detrás del Burj Khalifa y la Torre Shanghái y destaca, sobre todo, por cuatro espectaculares relojes, uno por cada lado, que son 35 veces más grandes que el Big Ben, en Londres.
Los arquitectos encargados del mismo, SL Rasch, explican en la página web del proyecto que la idea de convertir el rascacielos central en la torre del reloj más alta del mundo surgió durante la construcción del conjunto. "Los cálculos de construcción de las torres ya habían concluido cuando, a finales de 2006, nos pidieron que diseñáramos el enorme reloj complementario".
El encargo tenía que cumplir con una condición: el remate de la torre no debía pesar más de 82.000 toneladas. El resultado es un diseño que combina materiales compuestos con elementos tradicionales del arte islámico.
Para garantizar la máxima capacidad de carga y mantener el peso al mínimo, los ingenieros civiles desarrollaron una estructura de bastidor con perfiles de acero de alta resistencia y hormigón.
Preensamblaje automatizado
Las enormes esferas y manecillas de los relojes, así como los paneles en escritura árabe situados encima, se fijaron después en esta estructura. Están fabricados con materiales compuestos innovadores que se cubrieron con azulejos de vidrio hechos a medida. Para cumplir los requisitos del proyecto, se creó un sistema de producción automatizado: programas informáticos de última generación permitieron prefabricar y preensamblar los elementos compuestos, incluidos los azulejos del mosaico (protegidos de la dañina radiación UV) y las fuentes de luz.
Los relojes miden 43 x 43 m, se sitúan a 530 m de altura y pueden divisarse a 25 km de distancia.
Una media luna, la más grande del mundo, corona la aguja de la torre. Es una estructura monocasco fabricada íntegramente en fibra de carbono y cubierta en oro de 24 quilates. Su interior, que carece totalmente de columnas, es la mayor sala de oración del mundo.
Controversias diplomáticas
La construcción de Abraj Al-Bait generó cierta controversia, ya que en el emplazamiento se ubicaba la histórica fortaleza otomana Ajyad, del siglo XVIII, considerada, por muchos, un símbolo de la opresión otomana. La fortaleza fue demolida en 2002 para construir el complejo, lo que provocó, además de reacciones de medios de comunicación internacionales, una queja formal del gobierno turco.
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