Autor | M. Martínez Euklidiadas
La desertificación, reto global que consiste en la degradación ecológica del suelo, lleva sobre la mesa de la ONU desde la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación de 1994. Hemos aprendido mucho sobre el fenómeno y logrado algunos éxitos a la hora de abordar la desertificación. Pero, ¿qué la causa y cómo se revierte?
Cómo podemos reducir la desertificación
El fenómeno de desertificación -que ha ascendido a entre 30 y 35 veces la tasa histórica debido a la acción humana- prospera en ciertos escenarios, por lo que una de las formas de reducir la desertificación es evitar entrar en ellos:
● Deforestación. Una de las principales causas de la desertificación es la pérdida de bosques, destacando el bosque boreal de Canadá, el bosque boreal de Rusia y la selva amazónica de Brasil, entre muchos otros. Proteger estos territorios es imperativo para frenar el fenómeno.
● Crisis climática. El cambio climático puede (y suele) aumentar la frecuencia y la intensidad de las sequías, que a su vez provocan desertificación. Evitar verter más CO₂ equivalente a la atmósfera evitará desertificar a futuro.
● Mal uso de agua. La sobreexplotación de acuíferos desestabiliza el ciclo de agua local, desertificando territorios. En estos momentos, Francia aprueba la construcción de mega balsas para extraer agua del subsuelo en una región seca; y España se plantea legalizar pozos ilegales que secan el entorno. Justo lo opuesto a lo necesario.
● Crecimiento urbano desordenado. La dispersión urbana sobre los territorios no ha dejado de crecer desde que hay registros. La última revisión de 2020 demostraba que los "barrios marginales" urbanos (espacios informales) había aumentado desde 2014.
● Evitar la fertilización industrial. Uno de los principales motivos de la desertificación en entornos agrícolas ha sido la contaminación del suelo por fertilizantes sintéticos. El suelo se satura con sus restos e impide el crecimiento de la vegetación. Incluso si se abandona el cultivo, el área continúa degradada.
¿Cómo podemos reducir la desertificación? Frenando la deforestación, descarbonizando la economía, evitando extraer agua del subsuelo o no concediendo nuevas licencias de ocupación de suelo para construcción. Pero esto no será suficiente, también es necesario revertir el daño causado.
Así se revierte la desertificación
La humanidad puede revertir el daño de la desertificación sobre el planeta, restaurando los ecosistemas mediante algunos mecanismos:
● Reforestación masiva. La Gran Muralla Verde africana, que consiste en recuperar más de 100 millones de hectáreas en 2030 a lo largo del Sahel cruzando 20 países, espera detener el avance del desierto. En China, otra gran muralla verde lleva creciendo desde 1978 en el norte para detener el avance del Gobi. Es el proyecto ecológico más grande del planeta, estará terminado en 2050 y sus resultados ya son mensurables.
● Sembrar piedras y cavar zanjas. No es una errata. En una zona árida, depositar piedras de diversos tamaños evita que las semillas vuelen y facilita la formación de rocío. Las zanjas retienen el agua de lluvia y la filtran al subsuelo. Es una forma de restauración local muy barata. Destaca la "media luna" del Sahel, una zanja con esa forma.
● Bancos de semillas. Los bancos de semillas son una infraestructura crítica en la restauración ecológica, porque estas simientes serán necesarias para llevarla a cabo. La Cámara Global de Semillas de Svalbard (Noruega) es la más conocida, aunque hay otros bancos más pequeños.
● Reintroducción de especies. A veces, la reversión de la desertificación local puede lograrse introduciendo depredadores que regulen la presencia de especies que se comen los brotes y arrasan con ellos. En otros, un conjunto de especies resisten mejor la sequía, aprovechando unas los desechos de las otras.
● Aportar nutrientes al suelo. Sin necesidad de entrar en técnicas masivas de geoingeniería, es posible aportar nutrientes al suelo mediante insumos como el compost natural o el pastoreo dirigido. Una de las causas de la degradación del suelo es la pérdida de elementos básicos.
Captar agua del aire, una solución ‘tecnológica’ contra la desertificación
La atmósfera está repleta de agua. Incluso en climas desérticos, el aire contiene moléculas de agua y existe tecnología para capturarla. Algunas de estas tecnologías usan enfriadoras que requieren electricidad (pueden funcionar con paneles solares), pero en otros modelos no es necesario y no requieren de aporte energético para funcionar, como es el caso de la WarkaWater tower.
Con estos dispositivos es posible materializar un manantial en mitad de prácticamente cualquier punto del planeta actualmente afectado por la sequía, por lo que se convierte en una herramienta a tener en cuenta para luchar contra la desertificación.
Pese a este optimismo, detener el avance del desierto o revertirlo dependerá a medio plazo de si somos capaces de hacer frente a retos como el vertido de CO₂ en la atmósfera. Todo esfuerzo actual por desplegar masas vegetales puede quedar en nada si se sigue contaminando la atmósfera y los océanos.
Imagen | Tobias Keller