Autor | M. Martínez Euklidiadas
La dispersión urbana es uno de los mayores problemas de los asentamientos humanos actuales. A pesar del consenso académico en pro de las ciudades de proximidad, a escala humana, caminables y mixtas, las densidades urbanas están disminuyendo a nivel mundial. Esto genera grandes impactos negativos.
¿Qué es la dispersión urbana?
La dispersión urbana (sprawl) es un fenómeno de propagación del tejido urbano a través del territorio. Esta forma de construir de forma expansiva se caracteriza por una baja densidad, altos tiempos de commuting, una baja viabilidad económica y un enorme impacto ambiental. Sin embargo, en muchos países no es legal construir un tipo diferente de ciudad.
¿Cómo puede medirse la dispersión urbana?
La mejor variable para medir cómo de disperso es el tejido urbano es a través de la densidad de población, es decir, cuántas personas habitan un kilómetro cuadrado. La dispersión urbana se caracteriza por un bajo grado de densidad, a menudo por una conurbación de viviendas unifamiliares, una alta ocupación del territorio por persona y un elevado uso del transporte privado, además de un hacinamiento mayor.
¿Por qué aumenta la dispersión urbana?
La métrica fundamental por la que en el pasado ha aumentado la dispersión urbana ha sido la movilidad conveniente y la velocidad. Los primeros suburbios estadounidenses surgieron con la llegada de las vías ferroviarias, pero palidecieron con el sprawl derivado del automóvil.
No hay nada mejor para favorecer la dispersión que el combustible barato, una apuesta por el transporte privado e infraestructura para este. De hecho, la construcción de carreteras y autopistas es una de las causas más relevantes para la expansión de la ciudad dispersa.
Para que la dispersión urbana se dé, también es necesario un apoyo institucional fuerte del urbanismo zonificado y no mixto, es decir, un urbanismo en el que las actividades humanas están separadas entre sí y, por tanto, todo queda lejos del área clasificada como residencial.
Las terribles consecuencias de la dispersión urbana
El fenómeno de dispersión urbana tiene impactos socioeconómicos y ambientales que no pueden ser ignorados. Es, con diferencia, la peor forma de urbanizar desde prácticamente cualquier punto de vista. Por desgracia, sigue un mecanismo de path dependency y bloqueo sociotécnico: el urbanismo empuja a usar el coche. Como explica Rollie Williams en Climate Town, el suburbanismo es una postura predominantemente egoísta.
Un impacto ambiental prohibitivo
El mayor impacto negativo de la dispersión urbana es el impacto negativo sobre la naturaleza y contra la biodiversidad. Con el sprawl se desplazan no solo los terrenos de cultivos, sino que también se arrasa con las zonas naturales.
Esto genera todo tipo de desequilibrios en el ecosistema, como falta de suelo permeable, vaciado de los acuíferos, pérdida de cadenas tróficas, reducción de los sumideros de carbono naturales, etc.
El suburbanismo está relacionado con pérdida de suelo, mal uso de agua, extinción de especies, aumento de la temperatura del planeta, más emisiones de CO₂ y otros impactos.
Insostenibilidad económica
La dispersión urbana a través de vivienda unifamiliar no es sostenible económicamente y está siendo subvencionada por los estados. Debido a que esta tipología urbana consume muchos más recursos e infraestructura, no es viable cubrir esta mediante impuestos, y las ciudades están continuamente en bancarrota o han de ser rescatadas. Como demuestran desde Strong Towns, la situación es que las zonas mixtas de densidad elevada están subvencionando la unifamiliar.
Mayor uso de combustibles fósiles y energía en movilidad
Cómo de disperso o fragmentado está un territorio está directamente relacionado con la cantidad de energía y combustibles que usan para desplazarse. La gráfica muestra el uso de energía respecto a la densidad urbana. A medida que uno se desplaza de más a menos densidad (hacia la izquierda) no solo aumenta la energía per cápita, también las emisiones per cápita.
Aislamiento social y reducción de la autonomía personal
En su libro ‘Urbanismo feminista’, Col-lectiu Punt 6 denuncia la falta de libertad que tenía la mujer durante la primera ola de suburbanización cochista en EEUU al estar, literalmente, encerrada en casa. Esto no ha cambiado. La tipología de vivienda unifamiliar en zonificación residencial funciona como mecanismo de aislamiento social y falta de autonomía personal.
La dispersión urbana deja atrás a menores de edad y ancianos sin carné de conducir, pero también a personas con bajos recursos o mujeres. De hecho, se ha demostrado que es un mecanismo para evitar convivir con diferentes etnias por parte de los ricos, aumentando la segregación y estratificación social. Esto es especialmente cierto en las urbanizaciones cerradas.
Personas con movilidad reducida o algún tipo de discapacidad tampoco pueden moverse de su vivienda. El sprawl es un mecanismo urbano anti-inclusión social.
Peores métricas de salud
Debido a la altísima dependencia de los vehículos privados, el sprawl se relaciona con peores métricas de calidad de vida en todos los frentes. Se respira aire de peor calidad, se está más tiempo sentado o se camina muchísimo menos. Además, la falta de presupuesto público para infraestructura social penaliza la apertura de centros sanitarios, que se vuelven inviables.
La dispersión está directamente relacionada con la obesidad y la hipertensión pero, además, externaliza mala salud a sus vecinos. Cuando los suburbanitas acceden a diario desde sus ciudades dormitorio a sus lugares de trabajo en coche, llevan a las ciudades densas cercanas la contaminación, el ruido y otras externalidades negativas. De ahí que se demanden zonas LEZ y sin coches.
También fomenta el hacinamiento, al haber menos metros cuadrados por persona que necesita residencia. Aunque resulta contraintuitivo, el hacinamiento derivado de la baja densidad aceleró la transmisión de la COVID-19 e hizo estos barrios dispersos más vulnerables.
¿Qué pueden hacer las ciudades para evitar el sprawl?
En un reciente vídeo de City Beautiful, el urbanista Dave Amos explica la posibilidad de perimetrar las ciudades de forma que no puedan extenderse por el territorio. Esta estrategia funciona, pero para ello es necesario que cumplan algunos puntos:
- Hay que densificar la ciudad dentro del perímetro, o el precio por vivienda resulta inaccesible.
- Es necesario un pacto territorial para que todas las ciudades próximas hagan lo propio.
No cabe ninguna duda, y hay consenso absoluto, sobre cómo necesitamos que sean los municipios: relativamente densos, no muy extensos y caminables. El sprawl es lo opuesto.
Imágenes | David Shankbone, Canmenwalker, TUMI